Los ejecutivos han desarrollado una visión estrecha en su búsqueda del valor para los accionistas, al enfocarse en el desempeño de corto plazo a expensas de la inversión para el crecimiento a largo plazo. Es tiempo de ampliar la perspectiva y empezar a diseñar las estrategias de negocios a la luz del panorama competitivo y no de la nómina de accionistas. En este artículo, Alfred Rapapport ofrece diez principios básicos para ayudar a los ejecutivos a crear un valor duradero para los accionistas. Para empezar, las empresas no deberían manejar las ganancias o entregar una guía de ganancias; aquellos que no cumplen con este primer principio del valor para los accionistas, casi con certeza serán incapaces de seguir el resto. Además, los líderes deberían tomar decisiones y adquisiciones estratégicas, y mantener activos que maximizan el valor esperado, incluso si, como resultado, las ganancias a corto plazo se ven afectadas negativamente. Cuando no existen oportunidades creíbles de creación de valor invirtiendo en el negocio, las empresas deberían evitar utilizar el exceso de efectivo para hacer inversiones que se vean bien en la superficie pero que podrían terminar destruyendo valor, tales como las adquisiciones mal concebidas y sobrevaluadas. Sería mejor devolver el efectivo a los accionistas bajo la forma de dividendos y recompras de acciones. Rapapport también ofrece pautas para establecer incentivos eficaces de compensación en todos los niveles ejecutivos; enfatiza que los altos ejecutivos deben asumir el riesgo de la propiedad de igual forma que los accionistas; e insta a las empresas a adoptar una divulgación total, que actúa como antídoto contra la obsesión por las ganancias de corto plazo y que sirve para aminorar la incertidumbre de los inversionistas, lo que podría reducir el costo del capital y elevar el precio de las acciones. El autor advierte que algunos tipos de empresas –como las nuevas empresas de alta tecnología y las organizaciones con serias restricciones de capital– no pueden ignorar las presiones del mercado por el desempeño de corto plazo. La mayoría de las empresas con un sólido y bien ejecutado modelo de negocios, sin embargo, pueden concretar mejor su potencial de creación de valor para los accionistas adoptando los diez principios.
Autor(es): Alfred Rappaport
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